Alto del Carmen The Essence of Muscat & Monte Fraile: La realeza de los destilados

Publicado en: edición 13 verano Chile Deluxe.

Texto: María Pía Astaburuaga. Fotografías: Claudina Soto.

 
 

Galería

Aunque nace sin apodo ni bautizo, el Pisco chileno tiene su orígenes en el período colonial, en la que los Valles de Copiapó, Elqui, Huasco, Limarí y Choapa, y la dedicación intuitiva de sus agricultores se alinean mágicamente para dar vida al destilado. Un destilado que evidentemente fue creciendo en calidad, siendo cada vez más selectivo con la uva utilizada y más certera en sus objetivos: transformarse en la pasión de un pueblo.

 
 
 

Estas líneas podrían dar cuenta de la evolución esperada del Pisco. Así lo demuestran los índices de consumo, que lo han transformado en una preferencia de miles. Actualmente el consumidor chileno y el extranjero reconocen y valoran un destilado con personalidad propia. Es precisamente ese sello el que buscan sus productores. Y en este camino de evolución y perfección, la calidad se vuelve una clave y como en todo, una incansable búsqueda.

 
 
 

En esta búsqueda aparece el Pisco Ultra Premium. Un producto que refleja la versatilidad y la calidad de reconvertirse en un destilado de primera línea que actualmente está a la par del whisky, el ron, el vodka, el cognac o el brandy y que acompañan la rutina del hombre moderno con sus altísimos estándares de calidad, envasado, sofisticación y por supuesto, sabor único.

 
 
 

Introducidos pues, lectores, en el Pisco Ultra Premium, que existe y está al alcance de devotos y curiosos, vamos a referirnos a una experiencia original: su cata y maridaje. En esta novedosa aventura – si de Piscos Ultra Premium se refiere- hemos llegado a las dependencias de Alto del Carmen y Monte Fraile.

 
 
 

Dos botellas por delante y una cata prometedora nos enseñan una primera lección; el Pisco Premium de Alto del Carmen “The Essence of Muscat”, es 100% uvas Moscatel. Esto no es un detalle, es una garantía. Esta uva Moscatel, es sinónimo de un perfume más delicado, de marcada dulzura, heredera de una crianza caprichosa que combina sol y tierra y que posee un trato más que afectuoso, necesario para generar un Pisco supremo.

 
 
 

La cata comienza con la presentación de Pisco Alto del Carmen “The Essence of Muscat” 40º proveniente de las alturas del Valle de Huasco, lanzado oficialmente en noviembre pasado. Botella rústica pero sofisticada, austera pero elegante que en su interior desprende de inmediato el aromático perfume de la uva. Eso es Alto del Carmen. Flores y cítricos, son sustantivos del primer descorche. Servido preferentemente frío, aunque también puede ser a temperatura ambiente, el sommelier invita a saborear el ensamblaje de las tres destilaciones que le caracterizan; Aroma, elegancia y pureza.

 
 
 

Un Pisco transparente y brillante, que al ladear la copa aparecen las manzanas verdes, los plátanos y las flores que evoca la uva moscatel. Por supuesto, a media copa aparece el registro del alcohol que caracteriza a un destilado, que sin ser invasivo aporta la solvencia de su graduación.

 
 
 

El maridaje sugerido por Alto del Carmen viene en delicadas cucharas de madera. Camembert con plátano y azúcar caramelizada de textura crujiente. Sabores que para sus creadores potencian el sabor del Pisco, y que lógicamente tienen ese propósito y doy fe, cumple exitosamente.

 
 
 

A continuación un detalle para ustedes lectores; no es obligación consumir este extraordinario Pisco con hielo. Aunque sí sugerido. Y en lo posible con un hielo entero y de buen tamaño que no diluya su sabor. Sin embargo, para los amantes de los cócteles, en esta cata pudimos conocer una deliciosa preparación estival que tiene su secreto en: agua tónica 80 c/c, The Essence of Muscat 60 c/c, una rebanada de fresco pepino, y para finalizar, rocear la copa con el aceite que se extrae del zeste de limón.

 
 
 

Pero continuemos. Aparece en nuestra cata otro Pisco Ultra Premium; Monte Fraile de 40º producido en Montegrande, Valle de Elqui. Guarda: 3 años en barricas de roble francés. Que lanzado en abril 2013, se asemeja más a una primera generación que a una tercera. Monte Fraile es completamente distinto. Madera, notas ahumadas, color ámbar cristalino es lo que revela de entrada.

 
 
 

Pisco de altura. De cosecha norteña. Sus creadores aspiran a transformarlo en el bajativo de Chile. Monte Fraile podría ser un brandy perfecto, whisky de primera impresión. Sin embargo no lo es. Y aunque es de acento más masculino, por la sensación alcohólica más plausible, se ve reducida de inmediato por el maridaje que nos han preparado.

 
 
 

Esta vez es el turno de un queso Philadelphia con soya y avellanas tostadas. Todos ingredientes que nos trasladan al territorio de la madera y permiten que apreciemos aún más el encanto de poseer una denominación de origen controlada (que comprometen al productor a mantener la calidad lo más alta posible y a mantener ciertos usos tradicionales en la producción, como por ejemplo, utilizar la uva tradicional de la zona).

 
 
 

Finalmente, se acaba inevitablemente nuestra aventura por las parras Moscatel, y cerramos la jornada con la satisfacción de haber realizado una cata más desafiante. Con la impresión de haber degustado dos Piscos Ultra Premium únicos en su naturaleza, y obviamente, con el impulso de ampliar nuestro conocimiento sobre ellos.

 
 
 

La invitación lectores, es a tomar también este desafío.